Brito, el nuevo Jesucristo

Bertuchi se quedó corto, Resulta que ahora José Brito de alacrán pasó a convertirse en el hijo de Dios que llego al mundo a impartir justicia. Lo veíamos esta mañana en ese mismo canal que le dio tanta cobertura a Ricardo Sánchez, y hasta nos recordaba al diputado estrella que de suplente de María Corina pasó a ser el vocero juvenil del chavismo. La verborrea de Brito casi no dejaba hablar a la entrevistadora. Este nuevo Jesucristo no anda en burrito, se traslada en tremendas camionetas con choferes y guardaespaldas, manifestando que por designios del todopoderoso vino a unir la sociedad, él, que en La Asamblea Nacional se prestó para una operación encargada de dividir la oposición confundiendo la sociedad venezolana.

Ese viejo anuncio de Cristo Viene, lo ha hecho realidad José Brito, claro como enviado del todopoderoso tiene sus propias características actualizadas a nuestros tiempos, nació en Barcelona, desarrollándose políticamente en la ciudad de El Tigre. Aprendió a manejar un micrófono en una cabina de radio de la mano de Fernando Zaurín. La guapeza de su antiguo jefe y hoy gran enemigo el exalcalde Ernesto Paraqueima, y por supuesto de su compadre Roger Rojas la preparación filosófica y doctrinaria.

Por segundos le quitaba el audio al televisor, para ver el movimiento de manos, boca y cabeza de Brito que acompañados con esa risita estaba convencido de que se la estaba comiendo. Parecía una especie de robot que cargado energía solar, tenía incorporado un equipo a cuerdas en caso de un día nublado para que no se detuviera en ese discurso de falsa oposición que en cada palabra justifica y defiende al presidente Maduro. Lo único que le falta decir es el trillado argumento de los colaboracionistas, es que Nicolás es bueno, pero está rodeado de gente muy incapaz.

Calificó de payasadas las sanciones de la Unión Europea, reflejando con esa posición su verdadero rol en el escenario político nacional, la gente lo ve como un payaso del chavismo que se presta a hacer lo que ellos no se atreven, para vender una imagen de angelitos predicadores de la paz. Ofende la inteligencia de los venezolanos al suponer que todos somos ingenuos y vemos en él, al salvador de la democracia y luchador por los derechos humanos. Alguien escribió calificándolo de descarado, otro le preguntó como justificaba vehículos de lujo, mansión en Lechería y costosa ropa. Solamente dijo que el traje lo compró en oferta por 50 dólares, para nada menciono los carros que tiene, la quinta que le compró a Lily en una urbanización de El Tigre, mucho menos la residencia en Lechería.

Sabe que el trapiche del chavismo los utiliza mientras creen que pueden beneficiarlos, ya acabaron con Parra, execraron a Richard Arteaga. La gente ni se acuerda de ellos, ni hablar de Ricardo Sánchez. José Brito tiene políticamente sus días contado, ya el gobierno sabe que no aporta votos, gastaron una fortuna en su campaña para sacar miseria. Nosotros los que una vez fuimos sus amigos rogamos por el bien de su familia, que no lo crucifiquen como a Baduel.

 

 

 


 



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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