Mantengamos vivo el sueño de Bolívar

Insuperable discurso de Andrés Manuel López Obrador

Ciudad de México, 24 de julio de 2021

El pasado 24 de julio el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, pronunció un insuperable discurso en la XXI reunión de Cancilleres de la CELAC.

Comenzó haciendo un brillante recorrido por la vida de Simón Bolívar, interesante en esencia, ya que solo hablar de Bolívar es hablar de integración y este es un mensaje subliminar quiérase o no a todos los presentes y resto del mundo; recordó brevemente al sacerdote y militar Miguel Hidalgo al igual que al teólogo y filósofo José María Pavón, ambos caudillos e insurgentes en su época y conocidos como los Padres de la Patria Mexicana.

Enarbolar a Bolívar es una tarea difícil, las palabras se quedan siempre por debajo de su grandeza, ya que pocos hombres en gloria están por encima de él; sin embargo, hacer mención de sus virtudes, ideales y logros para recordarle a toda América Latina que estamos todavía a tiempo de ser más que una patria grande, es sensato, oportuno y honorable.

López Obrador recordó el momento en que a Bolívar se le empezó a llamar "Libertador" título que le confieren en 1813 la municipalidad y el pueblo de Caracas, nombre con el cual quedó bautizado para la eternidad.

La CELAC tiene nuevos e interesantes proyectos, éstos se llevarán bajo una agenda que necesita la mayor unidad posible, pertinente en este sentido es recordar un párrafo del presidente durante su discurso:

"No todo fue fácil en su lucha: perdió batallas, enfrentó traiciones y como en todo movimiento transformador o revolucionario, aparecieron las divisiones internas que pueden llegar a ser hasta más dañinas que las contiendas contra los verdaderos adversarios"

En la CELAC estas divisiones ya existen, algunos países se alinean según les convenga a las oligarquías nacionales, otros según principios, pero las palabras de López Obrador están allí haciendo eco en cada país, en cada latinoamericano, debemos ir adelante y el que tenga pesimismo que recuerde el pasaje narrado por el presidente, donde Bolívar enfermo, con solo malas noticias, derrotas, traiciones y sentado en un butaque pronunció la palabra ¡Triunfar!.

En cada país, en cada rincón de Latinoamérica, (del Río Bravo para abajo) estamos llenos de ese ¡Triunfar!, no existe un lugar donde no encontremos un patriota que haya dejado su sangre derramada por una causa justa, ni existe poblaciones sin ese mismo deseo de triunfo en la actualidad, ese anhelo está vivo.

El presidente mexicano no omitió mencionar la doctrina Monroe ni la famosa frase "América para los americanos"; según él, estos hechos fueron los que terminaron de destruir la unión de nuestros pueblos en el continente, edificación hecha por Bolívar; naturalmente en la guerra dividir es ganar, al estar desintegrados, las ocupaciones, desembarcos, anexiones y todo tipo de acciones perversas eran más simples de ejecutar.

Sobre la mesa AMLO puso cartas que le recuerdan a los países el pasado, y quizás aquello de, "el que te traiciona una vez lo hace dos veces", apuntó el mandatario mexicano: "Desde aquel tiempo, Washington nunca ha dejado de realizar operaciones abiertas o encubiertas contra los países independientes situados al sur del Río Bravo".

Resaltó, sin importarle lo que puedan decir, la dignidad de Cuba, para el gobernante es una hazaña que un pueblo tan pequeño, sin grandes recursos económicos haya podido resistir 62 años sin sometimiento; continuó haciendo una propuesta, la de declarar a Cuba como patrimonio de la humanidad, y también estableciendo la necesidad de una nueva convivencia entre todos los países de América, ya que el modelo impuesto por más de dos siglos llegó a su fin.

Plantea la idea de explorar una nueva forma de relación entre Estados Unidos y los países Latinoamericanos; considera López Obrador que existen las condiciones óptimas para dicho objetivo e invita a que ningún país se quede atrás.

Entre otros factores el presidente comentó: "el crecimiento desmesurado de China ha fortalecido en Estados Unidos la opinión de que debemos ser vistos como aliados y no como vecinos distantes", agregó que China dentro de 30 años tendría el 64,8% del mercado mundial y Estados Unidos solo entre el 4 y el 10%, lo cual sería peligroso ya que Estados Unidos se podría ver tentado a usar la fuerza para tratar de resolver esta disparidad; resaltó igualmente que era conveniente un Estados Unidos económicamente fuerte, pero para ello se necesitan voluntades de los dos lados, una América latina abierta a cambios y procesos de integración, una superpotencia que deje de imponer sus líneas de acción sin respeto a sus vecinos, ya no más bloqueos a ningún país, no más negocios con las oligarquías nacionales, no intervención en los asuntos internos de los países, no a las imposiciones, sanciones y exclusiones. Pidió AMLO recordar a George Washington cuando dijo, "las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos".

Para hacerse fuerte, Estados Unidos podría verse en el espejo de su homólogo chino, quienes en Latinoamérica han emprendido una agresiva inversión de capitales; la IED por parte del gigante asiático en los países latinos no condiciona las políticas internas de cada país como si lo hace el FMI y el BM, los chinos hacen negocios sin atropellar a su contraparte, no sancionan, ni invaden militarmente, los chinos hacen negocios con países sin importarles la ideología que exista en el país, invierten en infraestructura que a ellos les conviene pero que a los países latinos en desarrollo también, que bueno sería ver a Estados Unidos invirtiendo en vías ferroviarias de los países latinoamericanos, en infraestructura médica, en educación, en puertos de primera en todas las islas del Caribe, en intercambios de tecnología, aeropuertos, carreteras, para que toda Latinoamérica o parte de ella fuera la fábrica del mundo y no China. Han pasado 200 años y ya es hora de cambiar.

Finalizando su discurso el presidente mexicano dijo que no debe descartarse la sustitución de la OEA por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie, sino mediador a petición y aceptación de las partes en conflicto, en asuntos de derechos humanos y de democracia. Esto no es nuevo, ya sabemos que muchos comparten esta idea y que Hugo Chávez fue uno de los primeros en hacerla pública, la OEA debe ser cambiada ya no nos representa.

 

joframed1@gmail.com



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