Respuesta para Amaranta Rojas

Casi, la misma pregunta del último artículo de Amaranta Rojas *https://www.aporrea.org/ddhh/a302274.html, la hizo un columnista de esta página, secundado por el autoproclamado, cuando se presentó la turbulencia en el Ecuador, hace relativamente poco tiempo. Ahora se presenta esta dama, con su imaginaria conversación en medio de la hermosa presencia de las aves –ornitología– pero, con tan mala intención, al poner opiniones insidiosas del acontecer nacional e internacional en estos inofensivos animalitos, que, de tener la oportunidad de pensar, ya le hubieran dado sus picotazos, para que no los comprometa en la búsqueda del motivo y explicación de la tempestad presentada en Colombia, y prácticamente se lamenta de no ver incendiadas las calles de nuestro país, donde estamos viviendo una relativa calma, antes el acoso sistemático del imperialismo.

De aquellos acontecimientos en el Ecuador, y lo que está sucediendo en la tierra del café, cantera de grandes ciclistas y hermosas mujeres, sobre todo en Cali, alegre ciudad colombiana, el cual parece el epicentro de las revueltas, han pasado muchos hechos por resaltar, pero todos ha sido desatados por la voracidad del gran capital, y sus presidentes inmediatos auténticos traidores al ideario bolivariano, en conchupancia con la oligarquía de ambos países, y el imperialismo –casi nada– anteriormente habíamos pasado en nuestro país unos meses de violencia con un saldo lamentable de muertos y heridos montada por la derecha fascista, e impulsada por la oligarquía criolla y la CEV, bajo la atenta mirada de halcón del imperialismo, lo que se conoció y popularizó, como las guarimbas, para luego seguir con los ensayos, pero siempre se han encontrado con la respuesta certera y oportuna del gobierno y el pueblo.

Al empezar a leer el artículo de Amaranta, motivado por el título, me encuentro la opinión muy a la ligera, sobre el supuesto impulso –según ella– la chispa para que se prendiera el verguero –como dicen en Maracaibo– "En Colombia, y esto es bueno tenerlo muy presente, la situación se prendió por una reforma tributaria, que pretendía elevar los impuestos y esto incluye una modificación o incremento en el IVA". En primer lugar, los colombianos están, como decía un amigo: ¡Estoy hasta aquí! pasándose el dedo índice de la mano derecha por la frente, cuando lo iban a buscar para cualquiera actividad. En Colombia, cualquier chispazo enciende la pradera, porque la procesión va por dentro; decir lo contrario es negar una historia de lucha del pueblo colombiano, desde el mismo momento de la muerte de Jorge Eliecer Gaitán a mano de la oligarquía, una de las más rancias, y comprometidas con el imperialismo en América Latina. Todo lo demás, es la eterna reiteración de aprovechar estos hechos para relacionarlo con el gobierno de Nicolás Maduro, coincidiendo en lo que viene planteando el imperialismo a través de los últimos tres mandatarios de los Estados Unidos: Obama, Trump, y Biden.

No cabe ninguna comparación entre el gobierno venezolano, y el colombiano, aún, cuando en algunos puntos vitales de la economía se parezcan, la razón muy fácil de observar: países dependientes del capitalismo –imperialismo estadounidense– pero existe una diferencia abismal; el gobierno colombiano, es apoyado por el gobierno de EE. UU para arremeter contra Venezuela, mientras el pueblo se encuentra pasando las de Caín; de nuestro lado pueblo y gobierno venezolano, se encuentran acosados por una economía dolarizada inducida por la oligarquía venezolana, los pitiyanquis y el propio gobierno de USA a través del poderoso aparato comunicacional, pero, a pesar de los reiterados intentos militares camuflados de distintas maneras, no han podido ponerle la mano al país, y de ahí viene ese ataque incesante, desbaratando el hermoso jardín, que empezó a florecer en el periodo del Comandante Chávez, hasta someternos a un bloqueo criminal en la actualidad.

En algunos pasajes del artículo, Amaranta Rojas, va mesclando una cosa con la otra, porque su objetivo inmediato es atacar al gobierno de Maduro, sin tomar en cuenta una serie de factores, que han incidido negativamente en nuestra economía, y, por ende, en todos los aspectos de la vida nacional. El gobierno estadounidense a llegado a la criminal acción de retener recursos, que se necesitan de manera urgente para hacerle frente a la pandemia con las vacunas; pero, sin querer queriendo algunos escribientes culpan a Maduro. Es difícil conseguir a un gobierno, que haya sido atacado de manera tan salvaje e inhumana, y no precisamente por la "incapacidad" de Maduro, como han pretendido crear la matriz de opinión.

Todo lo que ha hecho el gobierno para tratar de paliar el deterioro del poder adquisitivo del pueblo venezolano, apenas lo ponen en práctica, lo convierten en juguete, en manos de muchacho travieso; las reconversiones de nuestra moneda las destrozaron, con el concurso del gobierno colombiano, que hizo todo lo posible para la fuga de nuestro papel moneda, y a esto se suma el dólar, el cual despierta un idilio, como pareja recién casada, lo han venido utilizando para terminar de desvalorizar nuestro símbolo monetario. Por eso sostengo, el que arremete contra el gobierno venezolano, primero tiene que ver todo el daño hecho por el imperialismo, y el gobierno colombiano en nuestra tierra; porque, no es menos cierto, que la corrupción ha debilitado al gobierno en detrimento del pueblo; pero, lo que no dice la amiga Amaranta, es que, donde se posa el imperialismo, y Colombia no puede ser la excepción con sus 7 bases militares–como decía el Libertador– la plaga de hambre y miseria en nombre de la libertad.



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Narciso Torrealba


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