Crónicas cotidianas

Calabrín

"Yo soy gasero, mano" decía el popular y hasta folclórico Calabrín para referirse a su trabajo de cargador de bombonas en los camiones que recorrían cada rincón de Caracas, para entregar el gas, con una rapidez que ya quisiera la "revolución" de hoy tener.

Entregaba las bombonas en los bloques del 23 de Enero, pero tenía muy poca paciencia, por lo que, si lo hacían esperar mucho, se regresaba con la bombona al camión y le decía al chofer que el cliente no estaba o no abrió la puerta. "Ese siempre fue su problema, Rafael, su mal carácter. No tenía una pizca de paciencia. Por eso, una vez subió con una bombona al octavo piso del Bloque 8, y cuando la señora le abrió con la reja cerrada, él le dijo aquí está el gas. Recuerda que su hablar era malandreao y su cara era un poema de la cotidianidad, así que la mujer le dijo que él era un malandro. Que malandro un coñoe`la madre señora, no ve que soy el gasero. No mijo, usted es un malandro, y no le quiso abrir la puerta. Así que Calabrín, de la arrechera, tiró la bombona por la escalera, Rafael, un loco, a ver si esa vaina explotaba. Ese fue el último trabajo de Calabrín. Ya tenía 32 años y no sabía hacer nada. Mataba un tigre aquí y otro allá, porque mi mamá le decía que ella no crio vagos. Por eso salía pa`la calle y hacia algo, se ganaba una platica y le llevaba a mi mamá. Con eso la contentaba, porque como era el mayor, mi mamá decía que había sufrido mucho con la muerte de mi papá. Lo consentía. Siempre tenía su ropa limpia y planchada. En verdad, vivía de lo que yo le daba y mi hermana América que lo quería mucho. Porque era inofensivo. Se compraba su marihuanita y su caja de cigarro. Hasta bebía poco".

Calabrín nació en 1948 en la popular e histórica parroquia La Pastora. Cuando tenía tres años, a su padre lo aplastó un camión, no sin antes haber dejado a América de un año, aún mamando, y Jorge, recién nacido. Su madre, apenas heredó un carro que vendió de inmediato, para gestionar uno de los apartamentos del 23 de Enero, proyecto que estaba en pleno desarrollo. Una vez que cenaba su arepa, y nos decía, me voy a fumar un caminito de hormigas, que era echarle unas pajitas de marihuana a un pedazo de bolsa de papel y hacerse un cachito. Siempre lo hacía después de la cena. Se fumaba su cachito y a las diez estaba en la casa".

Jorge me cuenta que todo cambió para Calabrín cuando los malestares de su mamá culminaron en un agresivo cáncer de estómago. Dice que la internaron allá mismo en el hospital del IVSS, hasta que murió cinco meses después. Calabrín no dejó de ir un solo día. Hasta se iba a pie. "Nosotros no le vimos una lágrima, ni en el velorio, ni en el entierro, y a partir de allí, se quedó casi mudo. No hablaba casi con nadie, o lo necesario. Más con América mi hermana. Comenzó a beber, y llegaba rascado a la casa. América le lavaba la ropa, pero se bañaba poco. Casi siempre estaba en la casa viendo televisión antes de la diez. En la mañana, América y yo nos íbamos a trabajar y él se quedaba escuchando rock, que era lo único que escuchaba y hacía comida para que comiéramos al almuerzo. A veces los viernes se perdía, pero siempre andaba con los muchachos. Hasta que un sábado en la noche, andaba con los muchachos, pero ellos se vinieron y él se quiso quedar bebiendo por allá en un bar de la plaza Catia. La gente cuenta que se cayó a coñazos con cuatro tipos y que lo cocieron a puñaladas. Nunca supimos bien qué pasó. Como a los cuatro días, uno de los tipos fue llevado agonizando al hospital periférico de Catia. Dicen que estaba en la pelea y que Calabrín lo cortó con una botella. Ese malandro se murió de la infección. Lloramos mucho a Calabrín, pero mi hermana América lo llora siempre. Creo que Calabrín merecía otro destino, uno en el que pudiera haberse casado y tener hijos. Su vida terminó demasiado rápido".



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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