Diálogo y terrorismo


El diálogo en México entre el Gobierno nacional y las oposiciones, incluida la fascista, da para todo, incluido actos de sabotajes, banalización y denunciar o descubrir que un comunista es agente de la CIA.

Insólito mundo “político” el venezolano en el cual los enemigos existenciales ahora son “respetables dirigentes” que se insertaron en el camino democrático y los otroras aliados o críticos son agentes imperialistas.

La Mesa de Diálogo es necesaria como vía para llegar a la paz, pero la negociación debe ser clara, sin cartas marcadas, sin trampas. Los objetivos que se buscan son claros y precisos. Pero los últimos hechos, como el sabotaje al Sistema Eléctrico Nacional el pasado 12 de septiembre en la subestación Aragua, y la intromisión (hackeo) a la plataforma del Banco de Venezuela, donde están las cuentas de ministerios y entes del Estado, dejan muchas dudas acerca de si esa oposición ”democrática” juega limpio. Antecedentes de la actuación del fascismo dan cuenta que se comprometen a actuar cumpliendo la Constitución y leyes pero su accionar es todo lo contrario. Utilizan siempre con mayor rigor la mano derecha. Están sentados en México pero los últimos actos de terrorismo dicen otro cosa.

Nada mas faltaba una “perlita”. Y es que por criticar los acuerdos logrados en México entre el gobierno y la oposición el diputado Óscar Figuera (PCV) fue acusado por el parlamentario Pedro Carreño (PSUV) de ser “delfín de la CIA”, es decir, está prohibido disentir como lo es en toda democracia so pena de ser calificado como enemigo.

Otros intentaron banalizar la posición de Figuera al burlarse de la expresión “pacto de élites”. Juan Carlos Rey, Vilfredo Federico Pareto y​ Gaetano Mosca escribieron obras que ilustran al respecto.

Si no se han percatado, la delegación venezolana está asentada en México con fichas del Departamento de Estado y controladas por la CIA, con factores terroristas que mucho daño le han ocasionado al país, desde los asesinatos hasta la solicitud de bloqueo económico, comercial y financiero, y medidas coercitivas unilaterales, además de la campaña mediática y psicológica.

Hoy el diálogo para lograr acuerdos es necesario. Así como también, son necesarias las críticas y autocríticas. No se puede acusar a alguien de enemigo por criticar y mucho menos a un dirigente comunista de ser de la CIA. No hay pruebas.

Es posible que me acusen de ser espía por expresar mi punto de vista.


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Alcides Castillo

Periodista-Politólogo-Especialista en Sistemas y Procesos Electorales

 acastillo472@hotmail.com

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